Historia

En el ámbito laboral y en el ejercicio de la profesión de Bioquímica, gran parte del desempeño lo asumí en las áreas de diagnóstico hospitalario, en las especialidades de Bacteriología y Epidemiología, estando a cargo de varios Laboratorios de Microbiología de nuestro país y del exterior.

Una misión y una pasión que impulsa día a día a la lucha por la vida del paciente. Desde lo clínico – asistencial, solía preguntarme al emitir un Informe Microbiológico, ¿qué habría más allá de lo que veía al microscopio?, ¿qué estaría pasando desde lo no tangible del paciente para desencadenar el síntoma o la enfermedad?.

Buscando respuestas me introduje aún más en la ciencia, indagando en otros enfoques de la Salud mediante la Investigación Aplicada. Pero el verdadero origen de las dolencias no estaba claro y menos aún, cómo prevenirlas, más allá de los válidos fundamentos científicos.

Así, es como empecé a investigar en un terreno que aparenta estar separado de la Ciencia, y es el poder de transformación que se activa en la enfermedad del cuerpo, al abordar la dimensión emocional y espiritual. Allá por los años 90 en España, concurrí a prestigiosos Centros como el de Ramiro Calle, gran impulsor de la Investigación médico-yoguica en Europa, el Centro Sivananda y otros. Me encontré de lleno con la gran disciplina del YOGA, un camino fascinante que sigo recorriendo.

Incorporé el Yoga a todas las áreas de la vida, inclusive la profesional, intentando unir aquello que parecía imposible de conciliar: la ciencia y la espiritualidad. Lo adopté como alimento nutritivo de todos los días y como método de autorrealización e integración, desde donde me honra la tarea de transmitir sus enseñanzas.

Ambika Devi